Caminar las palabras
Una carta sobre la coherencia, los seres inspiradores y el llamado a caminar. Por: Mauricio-Ishwara.

Amiga de letras,
Mis palabras llegan dos meses después de tu carta “Cuando mudamos de piel”. Las escribo desde el pueblo A Fonsagrada, en Galicia. Allí he dado por terminado mi peregrinaje del Camino de Santiago, después de siete etapas, 160 kilómetros y un quebranto de salud.
Quiero comenzar esta epístola celebrando tu vuelta al sol y el ejercicio que hiciste para dar cuenta de tus ‘puntos de quiebre’. Aprecié en especial la elección de la metáfora de la serpiente y su muda de piel, para señalar aquellos instantes donde cambió tu rumbo: “La elegí porque sentí que esos giros-vueltas-turbulencias venían acompañados de renovaciones: como si me sacudiera lo viejo para exponerme a lo nuevo y seguir el camino en carne viva”.
Así mismo, disfruté tus doce ‘inflexiones’ y sentí una música diferente en cada momento de tu vida. Pero a pesar de las diferencias, percibí un patrón subyacente. Se trata del tejido entre individualidad, comunidad y territorio. El primero de estos hilos lo vi en frases como: “Olfatear la independencia, retomar el camino trazado o asirse de nuevo”. Se trata de un reconocimiento de tu agencia, de una voluntad capaz de decidir los siguientes pasos. La segunda hebra, la comunidad, la percibí en líneas como: “Lo que deciden por ti, tantear la conjugación o familia que se extiende”. Estas fraternidades hablan de la otredad y su capacidad de moldear. Finalmente, la fibra del territorio se evidenció en menciones como: “Subir montañas, olor a mar o North Bridge”. Las geografías nos ‘in-forman’. Ofrecen contenidos a nuestros sentidos, pero a la vez modelan nuestra manera de estar en el mundo.
En disciplinas como la biología, la lingüística o la sociología se han descrito estas interdependencias con el nombre de ‘sistemas anidados’. La expresión denota una singular belleza. Por una lado, emplea la palabra ‘sistema’. Así se enfatiza la relación por encima de los elementos separados; la complejidad de las interacciones, y la premisa de que el “todo es mayor que la suma de sus partes”. Por otro lado, se usa una palabra entrañable: ‘anidados’ . Implica que, por ejemplo, el individuo, la comunidad y el ecosistema se contienen, afectan mutuamente y co-evolucionan. Me imagino un nido compuesto por varias capas de ramas donde se gesta y ocurre el ‘vivir’. El profesor chileno Ronald Sistek usa una expresión para referirse a cómo se manifiesta esta interdependencia en nuestra consciencia: “Somos campos sociales y naturaleza teniendo una experiencia individual”.
En tu bitácora, lúcida co-inspiradora, percibo una canción con estos tres acordes. A veces, se evidencia una Nathalia consciente de su aventura personal; otras, emerge una trama humana, y en ocasiones, suenan notas de territorios.
El gran peregrino
Estos hilos me permiten compartir uno de los encuentros más significativos que he tenido en los últimos años. Entre el 1 y el 4 de mayo fui invitado a co-facilitar con mi compañera N algunas experiencias de aprendizaje basadas en nuestro proyecto DeUmbrales.
El escenario fue un idílico paraje en las montañas de Navarra llamado Equisoain. Se trata un extenso territorio que cuenta con un bosque maduro con especies como el haya, el boj y el roble, donde se erige una propiedad con una historia que se remonta al siglo XIV. Sus actuales dueños dedicaron quince años a la renovación de los espacios.
Para inaugurar este lugar, que busca ser epicentro de la regeneración personal, colectiva y ambiental, el invitado especial fue el pensador y activista indio Satish Kumar. Con N tuvimos la tarea de co-diseñar y co-facilitar, con otros profesionales, un retiro inspirado en su libro Amor radical1 (Radical Love) y en un documental homónimo que está próximo a proyectarse.
Durante cuatro días, cuarenta personas de diversos lugares de España asistimos a caminatas, charlas y contemplaciones guiadas por este ser, quien a sus 88 años continúa con una vitalidad electrizante. Entre otros, abordó los temas de la gratitud, la espiritualidad, el amor, el activismo, la polarización y las crisis contemporáneas. En una clara resonancia con los sistemas anidados de tus ‘puntos de inflexión’, los hilos conductores fueron la interdependencia entre “Alma, tierra y sociedad”2 (Soul, Soil and Society), y una urgencia a reconectar de forma afectiva con eso que en otras cartas hemos llamado: “más-allá-de-lo-humano”.

Satish Kumar es un ser con una vida fascinante.3 Nació en Rajasthan, India, en 1936. Luego de la muerte de su padre tuvo un intenso llamado a iniciar un camino espiritual, y a los nueve años se convirtió en monje jainista. Permaneció hasta los dieciocho en esta estricta orden, que promueve la no-violencia, la autodisciplina y la búsqueda de la liberación espiritual. A esa edad leyó un libro de Mahatma Gandhi. El impacto de su causa lo inspiró para dejar atrás su vida monacal y convertirse en discípulo de Vinoba Bhave, un defensor de la no-violencia y sucesor espiritual de Gandhi. Esta experiencia, sumada a la noticia de la desobediencia civil del filósofo inglés Bertrand Russell contra la bomba atómica, lo movilizó a emprender en 1962 una Marcha por la Paz con su amigo. E. P. Menon. Durante dos años y medio, estos dos jóvenes caminaron sin dinero en sus bolsillos casi 13.000 kilómetros, a través de 15 países, para llevar un mensaje a las cuatro capitales nucleares de entonces: Moscú, París, Londres y Washington. Por esta odisea se acuñó un adjetivo con el cual se le conoce: ‘Peregrino por la Paz’.
En 1973, Satish fue invitado a Londres para asumir el cargo de Editor de la prestigiosa revista Resurgence & Ecologist, publicación pionera en la integración entre ecología y espiritualidad. En 1976, aún como editor de este medio, recibió la invitación a co-fundar la Schumacher Society UK, un foro de ideas alternativas inspirado en el trabajo del economista E.F. Schumacher, autor del libro Lo pequeño es hermoso. Este espacio orientado a inspirar el desarrollo a escala humana fue uno de los catalizadores para la fundación en 1991 del reconocido centro de estudios Schumacher College en Devon, Inglaterra.
Durante 30 años, Satish dirigió este centro de estudios basado en las ciencias holísticas, una aproximación que integraba la ecología, la espiritualidad, la conexión con la Tierra como organismo vivo, el trabajo comunitario, el desarrollo local y las nuevas economías. Hasta su hermoso paraje llegaron influyentes académicos y activistas como: James Lovelock (quien propuso la Teoría de Gaia), Arne Naess, Fritjof Capra, Stephan Harding, Vandana Shiva, Brian Goodwin, Margaret Colquhoun, Henri Bortoft o James Hillman. En 2024, Schumacher College cerró sus puertas por diferencias con el fideicomiso propietario del terreno y la casa donde funcionaba. Luego de un proceso inicial de desarraigo y duelo, ha emergido la iniciativa Schumacher Wild, una aventura nómada y comunitaria para llevar los aprendizajes de tres décadas a diversos territorios.
En Satish Kumar confluyen un peregrino; un líder de una revista y una institución que han enseñado a participar del mundo de forma diferente; un comunicador capaz de explicar con claridad temas complejos, y un activista con 50 años de camino. Por ello y más razones, es uno de los pensadores más escuchados y apreciados del presente.
La coherencia contundente
Durante los cuatro días de retiro en Equisoain, tuve el privilegio de estar en la casa donde Satish se hospedaba. Fui testigo de sus primeros gestos en la mañana, del desayuno, de su manera de escuchar, de su vehemencia al comunicar, de la vitalidad al caminar, de su simplicidad voluntaria, de su disposición al juego y de su relación con el silencio. No puedo pretender que lo conozco, pero hay una frase de la activista y poeta Maya Angelou que resume el impacto de ciertas personas en nuestra existencia: “La gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo la hiciste sentir“.
En mi memoria aún palabras como:
La necesidad de ser conscientes y actuar desde la triada: Tierra, Alma y Sociedad.
El llamado a reconocer que: “Es imprescindible para el presente caminar con dos pies: uno en el camino interior y el otro en el activismo”.
También resuena en mí la respuesta a la pregunta: ¿Qué le diría a un joven que padece eco-ansiedad?: “Que actúe. La ansiedad ocurre por la anticipación del futuro. La acción en cambio nos conecta con el presente, la responsabilidad y la posibilidad de transformar la realidad”.
Y cuando le pregunté sobre su duelo tras el cierre de Schumacher College, afirmó: “Claro que sentí tristeza, pero siempre actué con esperanza no con expectativa. Por allí pasaron miles de jóvenes y decenas de profesores de diversos países, las semillas se han diseminado y algunas ya brotaron. Seguiré trabajando por ellas”.
Ha transcurrido un mes, pero aún atesoro algunos de sus gestos: la sencillez de su equipaje; las oraciones para bendecir la comida, o una canción para recordar la belleza. También las palabras que dedicó a una joven en su cumpleaños. Y por supuesto, su generosidad para asistir con curiosidad a la actividad que facilitábamos con N.
Sin embargo, más allá de palabras o gestos, siempre recordaré cómo me hizo sentir con su mirada brillante y la disposición de su consciencia para encontrar posibilidades de acción, aun en los escenarios más desafiantes. En esos cuatro días fui testigo de cómo navegó a contracorriente preguntas y posturas que defendían la inacción, el cinismo o la inutilidad del activismo. En cada respuesta aprecié cómo hallaba el potencial en las resistencias más críticas. El verbo de Satish Kumar no era cándido. Estaba enraizado en décadas de resiliencia, investigación y silencio. Por ello, su invitación a la transformación individual y colectiva a través de acciones bellas, simples y verdaderas suscitó una coherencia contundente.
Conocer a Satish reafirmó mi compromiso con el silencio, los sistemas vivos, la regeneración de los campos sociales y la sencillez del peregrino. Este encuentro con una persona que camina sus pasos (walk the talk) avivó además la decisión de emprender el Camino de Santiago. Una semana después, ya estaba en Oviedo dando mis primeros pasos del Camino Primitivo.
Querida amiga, en mi siguiente carta procuraré integrar lo que han sido estas siete jornadas que termino hoy. Entre tanto, cierro con un poema que surgió del alma colectiva de esas cuarenta personas con quienes celebré la existencia del autor del libro: Simplicidad elegante4.
Pasos peregrinos (A Satish)
Paso atrevido
liviandad para expresar la Vida
brotan las semillas.
Paso poderoso
circular y valiente
transformación a través del brillo.
Paso flor
conciencia acuosa
que fluye al océano y nutre desiertos.
Paso libre
escultura de presagios
narración del infinito.
Paso alegre
colores y generosidad
un jazmín adorador de la Luna.
Paso estrella
compañía del abatido
testigo de generaciones venideras.
Paso amoroso
nacido sin sombra
mediterráneo fraterno.
Paso obediente
corazón puro e imperfecto
nutricio por su sanación.
Paso testarudo
mensajero de resistencias
el botón busca florecer.
Paso bello
consciencia blanca
cópula de sabiduría y pureza.
Paso danza
simple Ser
encarnación de agujeros negros.
Paso sonrisa
resumen de misas
otoño de los prejuicios.
Paso llave
ausencia de cerrojo
delicada esperanza.
Paso confianza
frontera líquida
la vida se torna sacra.
Paso comunidad
regalo de atención
otra forma de habitar.
Me despido con el anhelo de recibir pronto noticias de tu propio Camino de Santiago [de Chile].
Con amor,
Ish5
Kumar, S. Amor radical: De la separación a la conexión con la tierra, con nosotros y con los demás. Editorial Kairós: Barcelona. 2013.
Este es título de una de las obras de Satish. Kumar, S. Tierra, alma, sociedad: Una nueva trinidad para nuestro tiempo. Editorial Kairós: Barcelona. 2014.
Ver más en su autobiografía: Kumar, S. No Destination: Autobiography of an Earth Pilgrim. Green Books: UK. 2000 (1992).
Kumar, S. Simplicidad elegante. Editorial Icaria: Barcelona. 2018.
Mauricio-Ishwara (Ish): Aprendiz serial, peregrino, meditador, escribidor y facilitador de procesos de cambio personal y colectivo. Nació en Colombia, vivió nueve años en Argentina y está radicado en España desde el 2022. Ha trabajado como editor, profesor universitario, asesor estratégico de organizaciones, activador creativo y columnista. Es creador de Ish Peregrino, la empresa DeUmbrales y el canal Orilla Futuro. En Instagram es @ishwara_peregrino.